En toda cría intensiva de animales se acaba recurriendo a grandes cantidades de sustancias tóxicas para acabar con las bacterias, los gérmenes y los mohos. De este modo se destruye el biotopo natural que se genera en torno a estas hiperpoblaciones recién creadas. Todo aquello que eliminamos del ciclo de la vida con sustancias tóxicas es reemplazado por la naturaleza con algo nuevo adaptado a la nueva situación.
Lo mismo ocurre con el agua. Cuantos más tóxicos necesitemos para tratar el agua, más se defenderá esta con nuevos gérmenes. Al tratarse de procesos propios de la naturaleza, un extremo fuerza naturalmente al otro. Es algo que no podemos evitar. Y acabará volviéndose en contra de nuestra salud física y mental porque las tecnologías utilizadas destruyen la dinámica y la vitalidad del agua creados por la naturaleza. Comparémoslo, por ejemplo, con nuestra circulación sanguínea. ¿Qué sucedería si, por ejemplo, nuestra sangre estuviera sobrecargada de sustancias químicas? ¿Qué sucedería si nuestra sangre dejara de fluir? ¡Exacto! Todo el organismo al que alimenta con su energía moriría. La sangre es un medio de transporte y utiliza energía para transportar los nutrientes. El agua es «la sangre de esta tierra» y funciona de la misma forma. ¿Cuántas personas beben cada día agua sin filtrar y acumulan con ello sustancias nocivas en su sangre? ¿Cuántos niños debilitan desde la infancia sistemáticamente su sistema inmunológico por este mismo motivo? ¿Y cuántas tazas de café se beben a diario con agua sin filtrar llena de sustancias químicas y residuos de medicamentos? Se hace evidente, que el agua no debe contener sustancias destructivas que mermen sus capacidades naturales e intrínsecas. Las técnicas para conseguirlo, copiadas de la naturaleza, están disponibles desde hace ya mucho tiempo.
Desinfección
Estas técnicas copiadas de la naturaleza y perfeccionadas se conocen desde hace más de treinta años. Desde hace quince años existen homologaciones válidas en toda Europa. Vengo informando sobre la desinfección con agua electrolizada desde hace ese tiempo, y Agua Viva ecotecnologías cuenta con estos dispositivos en su línea de productos desde hace más de diez años. ¿Por qué en la sociedad actual se oculta la existencia de los gérmenes hospitalarios y sufrimos brotes de legionella, cuando muchas de estas sencillas técnicas llevan años demostrando su eficacia a diario en los países más pobres? Hace años que se utilizan en la industria alimentaria e incluso para desinfectar el agua de pueblos enteros. También en España existen ya algunas instalaciones que funcionan bien. Son relativamente pocas, pero existen.
En este breve vídeo de YouTube, le mostramos un ejemplo de la aplicación práctica:
En este otro vídeo de YouTube, podrá ver una videoconferencia en la que explicamos en detalle su funcionamiento ridículamente sencillo y el excelente efecto que tiene:
Obtendrá más información al respecto en el sitio web www.envirolyte-spain.es.
Sin duda, una mente lúcida estaría inmediatamente de acuerdo conmigo en que con un poco más de esfuerzo, con una agricultura de menor superficie, con la cría de la mitad de animales por superficie y con suministros de agua cercanos y sin productos tóxicos se podría reducir la contaminación y la pobreza en el mundo. El agua del grifo es la causa más infravalorada de enfermedad hoy en día porque apenas posee energía propia. Se ha desvinculado de las frecuencias terrestres que sustentan la vida y de la diversidad de su naturaleza original. Las fuerzas de la naturaleza se disuelven cuando se desvinculan del campo magnético terrestre. En su lugar, en el agua encontramos metales pesados, glifosato y muchos otros pesticidas, flúor, cloro y una gran cantidad de productos farmacéuticos. Todas estas sustancias acaban en nuestros cuerpos y en la naturaleza.
Filtros
Así que no nos engañemos. Aunque en la actualidad el agua se purifica con productos químicos, se matan los gérmenes y se nos suministra por la red de abastecimiento de agua, después de los primeros kilómetros esta agua sin energía favorece la formación de biopelículas en las cavidades de los sistemas de tuberías oxidados y con incrustaciones. ¿Por qué? Porque esta agua carece de la vitalidad que le es propia. Por cada metro de tubería, aumenta exponencialmente la aparición de gérmenes en los espacios muertos de las tuberías y se impone al poder desintoxicante natural del agua. El efecto desinfectante del agua solo actúa en el agua en movimiento.
Además, los residuos de medicamentos no se eliminan simplemente desinfectándolos con cloro. Los animales de engorde en los corrales de cría, como las gallinas y los cerdos, reciben una enorme cantidad de diferentes medicamentos, desinfectantes, antibióticos e incluso vacunas en el agua que beben. Está ampliamente demostrado que, sobre todo en las granjas industriales, la calidad del agua produce grandes diferencias. El estiércol acaba en los campos y de ahí fluye a los ríos. Está demostrado que la alta mortalidad de los pollos debido a los agresivos arañazos y mordiscos en las explotaciones intensivas disminuye inmediatamente cuando se mejoran las condiciones de los animales y la calidad del agua.
Supongamos que el agua ha recibido un tratamiento adecuado en las depuradoras y se devuelve a los ríos. Desde allí, es recuperada de las aguas superficiales por la siguiente planta de tratamiento. Se mezcla con agua reciclada o agua de mar desalinizada. Este caldo sin vida se purifica con productos químicos y se conduce por largas tuberías, llenas de biopelículas, hasta nuestros hogares. En las ciudades más grandes, la misma agua pasa varias veces por este proceso.
En la actualidad, también es bien sabido que el agua de ducha caliente y excesivamente clorada destruye nuestros alvéolos pulmonares. Esto es casi peor que beber agua clorada. Y eso que aún no he mencionado los metales pesados ni el aluminio. Ese aluminio que se esparce por el aire ante nuestros ojos y sin nuestro consentimiento. Una vez que los metales pesados se han depositado en nuestro organismo, es difícil deshacerse de ellos. Esto se debe a que ya no se encuentran en el torrente sanguíneo, sino que están firmemente incrustados en los tejidos. Y una vez que ya nos han enfermado, es cuestionable que puedan eliminarse del todo. Puede que muchos jóvenes de hoy en día ni siquiera sean conscientes de que no es algo normal envenenarse voluntariamente de esta manera. De hecho, a algunos jóvenes ya no les gusta el agua si no huele un poco a cloro.
Absolutamente todo lo que consumimos en los tiempos que corren depende de algún modo de factores sobre los que ya no tenemos ninguna influencia.
Por lo tanto, la filtración del agua doméstica tanto para ducharse como para beber no es simplemente una moda, sino que se ha convertido en una necesidad.
Como medida inicial eficaz y económica, siempre sugiero filtrar primero toda el agua entrante con un filtro de carbón activo. La medida mínima sería disponer de un buen filtro de ducha, cuyo cartucho debería cambiarse cada 3 a 4 meses.
A continuación, le aconsejo que utilice un filtro de bloque de carbón para el agua potable. También en este caso, un filtro de agua doméstico resulta muy útil. Tiene la ventaja de que los cartuchos para el agua potable tienen mayor capacidad de adsorción de las partículas tóxicas más pequeñas. En lugar de cada seis meses, el cartucho puede seguir teniendo un buen rendimiento filtrante reemplazándolo cada nueve meses. Por supuesto, esto dependerá de la calidad del agua de partida. Esta es otra de las cosas que han cambiado en unos pocos años. Hace tan solo diez años, le habría dicho que los cartuchos pueden reemplazarse sin problemas cada doce meses. Ahora, esto solo es posible si el agua de partida es buena.
Si dispone de un aparato de ósmosis para el agua potable, le aconsejo que utilice después un cartucho de carbón activo. Si su aparato de ósmosis ya cuenta con un cartucho filtrante de carbón activo después de la membrana, recuerde reemplazarlo al menos cada seis meses. Estos cartuchos suelen ser muy delgados y tienen poca superficie interior para la adsorción. El motivo es que las membranas de los aparatos de ósmosis son muy susceptibles a la formación de gérmenes. (Lea mi último artículo sobre el carbón activo).
Energía vital
Las técnicas de filtración del agua y los motivos por los que esta debe filtrarse son algo que la mayoría de las personas entienden de inmediato. Aunque para muchos consumidores, la tarea de desinfectar el agua sigue siendo una cuestión que corresponde al municipio. Energizar el agua, en cambio, a menudo se sigue considerando un artificio esotérico. Pero, si se examina más de cerca en qué consiste realmente la fuerza vital del agua, se observará que es tan importante como la fuerza vital de la sangre.
Nuestro cuerpo no está vivo, ¡hay que energizarlo!
Nuestras neuronas no son las depositarias de nuestro pensamiento y conocimiento. No. Es el campo que hace de antena el que puede obtener la información necesaria que creemos necesitar. Esto funciona dependiendo de cómo se cree y se mantenga la estructura para ello. Por lo tanto, todo ese conocimiento no se encuentra en nuestra cabeza. Sino que es el campo de antena en funcionamiento del ser humano el que extiende sus antenas hacia el conocimiento de la humanidad al que tiene acceso cada campo de antena individual. La fuerza vital de la sangre y del agua son los medios de transporte para que este puente de señales funcione de forma adecuada. De hecho, con la savia de las plantas ocurre exactamente lo mismo. Con energía suficiente, transporta los nutrientes hasta la punta de las copas de los árboles.
A pesar de lo singulares que son las propiedades del agua, son difíciles de explicar por las leyes artificiales de nuestra física. Pero la naturaleza lo ve de otra manera. Aun así, según la ciencia empírica, existen claros mecanismos de acción que influyen de forma muy decisiva en el agua.
El principio de superficie es un principio básico de la naturaleza. Mediante el remolineado del agua dirigido hacia el interior se forma la mayor superficie posible, que elimina las estructuras viejas. Por ejemplo, la función de la masticación también es la de formar superficie y extraer nutrientes. Así pues, no es el pan el que nos nutre, sino la presencia de los nutrientes finamente molidos y aislados que se distribuye por el organismo gracias a la energía transportadora de la sangre.
El remolineado del agua desencadena varios efectos diferentes que la vuelven a estructurar. Otro efecto importante es el causado por los cambios de presión y de succión que se producen durante el trayecto de la turbulencia. Las burbujas de cavitación resultantes se ven obligadas a implosionar. Se trata de procesos físicos que han sido objeto de investigación y que también se utilizan en otras técnicas. De este modo, las vibraciones que no son compatibles con el campo magnético terrestre se disipan. En la superficie interior del agua se crean patrones de frecuencia completamente nuevos gracias a la interacción constante con el entorno, posiblemente por medio de sonidos que se encuentran por debajo de la gama audible. Este hallazgo se confirmó hace tiempo en ensayos empíricos con material de imagen y de película. Se remonta a los patrones sonoros de Chladni, ya conocidos desde el siglo XVIII. Estos patrones se unen en muchas capas para formar grupos que forman estructuras holográficas, hermosos cúmulos que se hacen visibles al ojo humano bajo el microscopio. Esto pone de manifiesto que sí es posible modificar el potencial energético del agua. Lo único que no está claro es por qué este conocimiento, que se conoce desde Rudolf Steiner (antroposofía) y Viktor Schauberger (investigador austriaco del agua), es decir, desde hace más de cien años, no es mucho más conocido en el ámbito de la tecnología y la medicina.
En el activador GIE se utilizan sin cambios desde hace unos treinta años otros métodos reconocidos y probados para vitalizar el agua. En este aparato se combinan quince métodos diferentes, lo que conduce a una mejora estructural tan importante en el agua que es perceptible en las plantas.
Nunca antes habíamos recibido tantos comentarios positivos en tan poco tiempo como este año al aplicar el remolineado en el agua de la piscina, ya que permite percibir su acción a simple vista en toda la superficie del agua notablemente cambiada y brillante. Esto se debe a un estado físico del agua descubierto hace solo unos pocos años por el Dr. Gerald Pollak, lo que se conoce como la superficie EZ (por las siglas en inglés de superficie de exclusión) en la superficie de contacto del agua. Se refiere a la superficie brillante del agua en los lagos prístinos, donde a veces aún se pueden ver insectos caminando sobre el agua. Las aguas tratadas químicamente ya no tienen esta peculiar superficie EZ del agua.
El objetivo es preservar, contra viento y marea, la naturaleza del agua, el libre acceso a ella y su poder vivificante.
Marion Kuprat