Gerald H. Pollak

La estructura del agua parece ser muy sencilla: dos partes de hidrógeno y una de oxígeno. Pero, de hecho, se trata del elemento más fascinante de la vida. Lamentablemente, con frecuencia la intervención del ser humano altera en gran medida su estructura, por lo que reacciona de forma muy diferente a lo que estamos acostumbrados desde hace milenios. Esto es algo que ya reconoció el Dr. Gerald H. Pollak, de la Universidad de Washington, y que ha sido confirmado en múltiples ocasiones.

Cuando se trata de plantas, somos capaces de reconocer la estructura básica dentro de la cual un género de planta se convierte en lo que debe ser. El esqueleto humano es una estructura básica totalmente comprensible para nosotros en la que se desarrolla la individualidad de cada ser humano. Las casas también tienen una estructura básica sin la cual no sería posible construirlas. Solo el agua parece escaparse a nuestra comprensión de la estructura natural que posee toda materia.

Como cualquier otra materia, el agua también posee una estructura básica interna. Aunque no la podemos ver, debemos asumir que existe porque está presente en absolutamente todas las sustancias materiales visibles. Por consiguiente, incluso debemos asumir que es el requisito más importante para que el agua pueda seguir funcionando sin problemas en nuestro mundo material.

Los remolinos en implosión ordenan la estructura molecular de un agua desestructurada.

Si esta estructura se daña, no existe o se altera de cualquier otra manera, debemos asumir que el agua resultante tendrá consecuencias totalmente diferentes, que en un principio no podemos ver a simple vista, no podemos detectar con pruebas químicas y a menudo ni siquiera asociamos con la calidad del agua.

Austria, a la vanguardia del agua estructurada

Austria es conocida por la buena calidad del agua del grifo. De hecho, en la ciudad de Viena, los ingenieros hidráulicos han modificado las tuberías de la red de abastecimiento de agua, lo que ha causado efectos en la naturaleza. Cada vez es mayor la sospecha de que esta medida por sí sola ha mejorado la salud de la población en términos porcentuales. Este país concede ayudas estatales a los ingenieros hidráulicos, como Hans Grober, ingeniero hidráulico de Estiria, que recibió el encargo de volver a adaptar a la naturaleza el curso y el caudal alterado de los ríos. Colocando bloques de roca y rampas pendulares de piedra que producen remolinos dentro de los ríos, logró crear vórtices naturales, de manera que las áreas inundadas pudieran drenarse de nuevo. Este método fue observado en la naturaleza por el científico naturalista austríaco Viktor Schauberger hace ya cien años. Los vórtices dirigidos hacia dentro renuevan la estructura del agua de acuerdo con las especificaciones de la naturaleza. Entonces, ¿no sería lógico que el agua actuara según el mismo patrón básico con nosotros los humanos?

Viktor Schauberguer (1885-1958)

Estos procesos se describen en detalle y de manera vívida y comprensible en la biografía sobre Viktor Schauberger «Agua Viva», de Olof Alexandersson. Hace más de veinte años, el ingeniero Peter Gross puso en práctica los requisitos técnicos de los principios de acción en su activador GIE. El activador GIE se sigue fabricando de la misma manera que hace veinte años y actúa sobre la estructura del agua mediante los numerosos vórtices y otros procesos idénticos a los de la naturaleza. Otros principios funcionales del activador GIE completan la estructura con frecuencias naturales e información. Sin todos estos remolinos, la energía no podría estar presente en el agua con esta densidad. Es importante entender que esta energía natural del agua permanece en el agua durante mucho tiempo en forma de microcirculación invisible. Otras formas de transferencia de energía por medio del agua son las aguas terapéuticas que, aunque llenan temporalmente las reservas de los órganos, no contribuyen de forma independiente a la circulación. Y es que, el agua es muy versátil y especial.

Según los hallazgos más recientes, la energía natural del agua se puede dividir en tres grupos principales: la estructura básica, la información y las frecuencias.

Lea también el artículo «El efecto GIE» publicado en nuestro BLOG

Marion Kuprat

www.marionkuprat.com
Traducción: www.claudiafischer.com
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