El 27 de julio de 1976 más de 4000 veteranos se encontraban en el Hotel Bellevue Stratford en Filadelfia. La reunión de la “American Legion” en el marco de la Declaración de Independencia firmada 200 años antes se vio ensombrecida por el brote de una enfermedad. Alrededor de 220 veteranos de la legión enfermaron en cuestión de 2 días. 29 de ellos no sobrevivieron a los síntomas, similares a los de una neumonía. La causa permaneció durante mucho tiempo en la oscuridad.
No fue hasta el año siguiente que se pudieron identificar bacterias en forma de bastón. Simbólicamente se les dio el nombre de “legionella” a estos patógenos causantes de la enfermedad del legionario. Más tarde se descubrió que la legionella se había extendido a través del aire acondicionado por todo el hotel.
La enfermedad del legionario es una enfermedad nueva. En agua dulce estancada o dentro de la biopelícula protectora en el interior de las tuberías de agua, entre 25ºC y 45ºC, se sienten particularmente bien. Desde allí se pueden propagar a través de finas gotas por la casa – ya sea a través del mango de la ducha o el humidificador de un aire acondicionado. Si se inhalan, las legionellas pueden provocar una peligrosa neumonía. Las personas mayores y debilitadas, como los veteranos de Filadelfia, son particularmente vulnerables.
¿Dónde y cuándo es mayor el riesgo?
La legionella es una bacteria que vive en el agua. Cada año muchas personas sufren de la llamada enfermedad del legionario, que en algunos casos puede resultar mortal.
Los patógenos probablemente se encuentren repartidos por todo el mundo. Sin embargo, esta enfermedad es menos frecuente en los países con un estándar de vida más sencillo. Parece ser que se manifiesta en países tecnológicamente avanzados. Líder en esta estadística es, por desgracia, España junto con Grecia, seguido de Francia, Turquía e Italia. También se conocen casos en los EE.UU., Singapur y en Alemania. Por lo tanto, se trata en su mayoría de regiones calientes con un alto nivel de vida. En los países con un bajo nivel de vida no se conoce la legionella.
¿Cómo se transmite la enfermedad del legionario?
La legionella y otros gérmenes peligrosos para los seres humanos se encuentran incluso en el agua potable higiénicamente irreprochable. Son suministrados, por así decirlo, de forma completamente legal por el proveedor de agua dentro de los límites permisibles.
Estas especies que flotan libremente en el agua y que pueden transmutarse en legionella no son patógenas porque todavía no poseen un metabolismo. Tampoco disponen todavía de capacidad para multiplicarse. Y en este estado no pueden ser cultivadas lo que dificulta su detección. Se convierten en patógenos peligrosos con capacidad para multiplicarse cuando, bajo determinadas condiciones, se anidan en biopelículas e incrustaciones de cal contenidas en la red de tuberías, y es entonces cuando se activan los genes que despiertan los gérmenes a la vida.
Y las posibilidades de que esto ocurra son muy altas, debido a que existen biopelículas en cualquier depósito lleno de agua, y también hay muchísimas cavernas y espacios muertos en las incrustaciones de cal del sistema de tuberías de agua potable.
Las causas de la formación de biopelículas en las instalaciones de agua potable son diversas. La utilización de materiales reciclados como caucho, grasas, cáñamo, silicona y muchos plásticos ofrecen alimento para la formación de biopelículas. Además, el contacto con el aire en reguladores, aireadores o boquillas de mezcla introduce gérmenes a través de la entrada de aire, e incluso a través de trapos sucios que pueden ser usados para limpiar la salida del agua.
Para que se produzca la propagación de la legionella deben coincidir algunos factores: agua caliente y estancada alrededor de 25º hasta aproximadamente 45ºC que se encuentra en un sistema cerrado.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que hay que añadirle otro factor más, que posiblemente sea el verdadero detonante de la epidemia de legionella: la electricidad que calienta el agua, que posteriormente permanece estancada en las tuberías y a través del calentamiento eléctrico crea las mejores condiciones de propagación.
[box type=»shadow»] Los estallidos más espectaculares generalmente parten de aires acondicionados o sistemas de agua caliente en edificios públicos, causando una gran propagación y la infección simultánea de multitud de personas.[/box]
Precisamente esta misma situación la tenemos después de la caldera de agua caliente en casi todos los hogares. No debe subestimarse la importancia de esto. La legionella puede ser responsable de aproximadamente el 5% de las neumonías. Sin embargo, nunca se ha observado la transmisión de persona a persona.
Beber el agua no es peligroso. El peligro consiste en la inhalación de niebla que contiene legionella. Para desencadenar una enfermedad, el agua con los gérmenes tiene que entrar en los pulmones en forma de una fina niebla. Peligrosos son finas pulverizaciones, aerosoles, cuyas gotas sean inferiores a 5 µm. Este tipo de nieblas se dan en las duchas, en grifos de agua, humidificadores de aire, humidificadores de aires acondicionados, jacuzzis, saunas, torres de refrigeración, fuentes, baños de hidromasaje, máquinas generadoreas de niebla, equipos dentales en el dentisa, etc.
Una vez que la Legionella se ha incrustado en las instalaciones de agua potable, se deben tomar costosas medidas. Las tuberías y depósitos deben ser limpiados completamente. Muchas veces se contempla una limpieza química como la más concienzuda. La limpieza térmica a altas temperaturas de hasta 90ºC se utiliza muy a menudo, aunque no siempre consigue los resultados deseados. La desinfección con rayos UV solo ataca a las bacterias que flotan libremente, pero no los gérmenes anidados en las cavernas y capas profundas. Las calderas calcificadas y los sistemas de tuberías en los que el agua estancada se calienta fácilmente no deben ser calentados sólo térmicamente, sino que deben ser limpiados y desinfectados en profundidad.
A finales del verano es cuando la Legionella parece transmitirse mejor. Así también el riesgo de enfermedad es mayor en esta época que durante el resto del año.
¿Cuál es la mejor forma de protegerse a sí mismo?
Los tanques de agua caliente y los calentadores deben estar ajustados siempre a una temperatura de trabajo mínima de 65 a 70ºC.
Las incrustaciones de cal en las tuberías de agua caliente o en la caldera se pueden limpiar por medio de descalcificación. Un buen método es el método natural de la biomineralización, que elimina el revestimiento existente en las tuberías. Pero esto sucede lentamente, en un periodo de tiempo de entre aproximadamente cuatro a nueve meses. Este método sin duda es muy bueno pero sólo tiene efecto después de un cierto tiempo. Si esto no fuera suficiente, será necesario sustituir las tuberías afectadas. La superficie porosa y las cavernas suelen ser colonizadas por legionella y son muy difíciles de limpiar. Muchas veces también es necesario reemplazar viejas juntas y mangueras, de materiales como el caucho o la silicona, donde suele adherirse la biopelícula y que son pobladas por amebas y posteriormente por legionella. Por supuesto, también se debe evitar tener agua caliente estancada en las tuberías.
Una nueva y muy eficaz medida es el simple enjuague de los conductos de agua con agua electroactivada (ECA). Muchos años de investigación rusa han hecho posible que a través de un proceso mecánico, agua ligeramente salina electroactivada (utilizando unos electrodos muy especiales), Anolyte, sea el método de desinfección más seguro que existe. El ECA es muy versátil y aplicable en muchos ámbitos con gérmenes y, por supuesto, es muy eficaz contra la legionella, además es totamente inocuo para el ser humano.
Para comprender la gran potencia del agua activada ECA como eficaz método de desinfección, por favor, lea el artículo “Desinfección, parte II»
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