De vez en cuando sucede que, después de la publicación de un post sobre un tema en particular, me encuentro con importante información adicional al respecto. Y esto es también lo que ha sucedido con el tema del “flúor”. De esta nueva información han surgido algunas recomendaciones que me gustaría dar a conocer en esta ocasión:

Para la filtración del agua contaminada le recomiendo un buen y probado filtro de carbón activo que no extraiga del agua los minerales esenciales.
La capacidad de adsorción del carbón activo con respecto a las sustancias disueltas en el agua se centra principalmente en las sustancias orgánicas y orgánicamente atadas. No obstante, también se ha demostrado que se retienen algunas sustancias inorgánicas tales como el cobre, el plomo, el cloro, etc. (capacidad de adsorción del carbón activo procedente de cáscara de coco). La capacidad de retención de contaminantes del filtro de carbón activo se ve incrementada si el carbón activo se utiliza mezclado con otras sustancias, tal y como sucede con los filtros de carbón activo y KDF®55, lo que hace posible reacciones químicas de limpieza adicionales entre las que se encuentra la filtración del cloro. Un buen filtro de carbón activo, además de las habituales incrustaciones en las tuberías, también extrae del agua potable muchas otras sustancias como residuos de medicamentos, hormonas y compuestos con propiedades semejantes a las de las hormonas, cloro, pesticidas, herbicidas, fungicidas, plomo, cobre y muchas más. Asimismo, solo extrae compuestos de fluoruro orgánicos y orgánicamente atadas. Si el flúor está presente en forma inorgánica (límite 1,5 mg/l) el filtro de carbón activo no lo elimina completamente del agua.

A pesar de que la filtración de membrana, como la filtración por ósmosis, elimina los fluoruros del agua, los métodos de ósmosis inversa generan otro tipo de problema de flúor: Debido a la destrucción de la estructura del agua y del valor pH resultante demasiado ácido, este método provoca que nuestro organismo absorba mucha más cantidad del flúor contenido en los alimentos. Este es especialmente el caso en combinación con pasta de dientes fluorada, enjuagues bucales, aguas minerales fluoradas, agua del grifo, leche, sal, así como la enorme oferta de productos alimenticios preparados cuyo contenido de flúor no es posible controlar debido al efecto sumatorio de todos los ingredientes con contenido de flúor que incluyen estos preparados.
De ahí que, en relación con el tema de la reducción de los halógenos, la vitalización del agua mediante el remolineado múltiple sea una mejora importante de la calidad del agua. Y esto no solo en referencia al agua potable fluorada, sino también al agua clorada.

Los filtros de agua que mejor filtran la gran mayoría de las sustancias nocivas son las torres de filtración por gravedad a través de varios niveles de filtración. Entre ellos, la mejor elección sin duda es el filtro ACALA-Quell con sus 11 diferentes etapas de filtración (los cartuchos filtrantes se fabrican en Alemania sin aglutinantes) que actúan sobre el agua. Cuando la membrana cerámica se ha llenado de contaminantes, se puede limpiar o reemplazar fácilmente. Hoy en día, ya casi es imposible evitar completamente la contaminación por flúor procedente de la industria, de la contaminación medioambiental y, sobre todo, de la alimentación. Por eso, la eliminación del flúor también es de gran importancia. Esta incluye la filtración del agua potable, así como las limpiezas hepáticas y los compuestos amargos, la cúrcuma, la bentonita o el polvo de zeolita, el borax, los pomelos, el aceite de oliva, el aceite de coco, el diente de león o la visita a un buen naturópata.

En el caso de que, tras leer mis informes o tras realizar sus propias investigaciones, llegue a la conclusión de que la información sobre el flúor es verídica, informe de ello también a sus amigos, vecinos y conocidos.

Marion Kuprat

Fluor Cerebro

“Lo alarmante es el efecto del flúor sobre la psique humana: desactiva de una forma muy lenta, pero sucesiva el libre albedrío del ser humano. Esto no es ninguna invención de alguna ‘teoría de conspiración’, es algo que ha sido adecuadamente demostrado por el hecho de que el componente más importante en aproximadamente el 60 % de los psicofármacos de todo el mundo es el flúor.

Asimismo, es preocupante que el flúor también sea un importante componente de los antipsicóticos utilizados en psiquiatría para el tratamiento de las psicosis, a veces con efectos secundarios catastróficos. Un ejemplo es el fármaco ‘Stelazine’ fabricado y distribuido en EE.UU. por la empresa SmithKline Beecham. Se utiliza principalmente en pacientes con psicosis y fuertes trastornos de ansiedad con fuertes efectos de disminución de la conciencia. Los efectos secundarios van desde diversas formas de trastornos del movimiento hasta síntomas de Parkinson, estados alterados de conciencia permanentes, rigidez muscular, arritmias cardíacas y alteraciones del ritmo cardíaco, así como los típicos síntomas del síndrome de disfunción inmune de fatiga crónica”.

Sascha Amolsch, 9300 St.Veit/Glan, Austria, www.gesundheitlicheaufklärung.de

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“El fluoruro causa cáncer en el ser humano de manera más frecuente y más rápida que cualquier otra sustancia química”
Dr. Dean Burk, cofundador del US National Cancer Institute

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